Desde el quinto piso del rascacielos, Boy asoma a la ventana simples miradas. Pugi sigue abriendo las piernas, expandiéndose, hacia otros mares.
Excitación mental y Boy sigue soplando aliento de árboles, impregnando a Pugi siembra besos de aire, ella sedienta se retrae de la vereda persiguiendo a los insectos que deambulan por ahí, come uno desnudo, acaricia su clítoris. La lengua de Boy convertida en rana, alcanza el insecto para devorarlo y seguir contemplando la neblina de la calle.
El semen resbalosos alimenta a la parvada, los hombres empiezan a volar a grandes distancias, desnudos, fuertes. Pugi y el eco de Boy se unen y nadie los termina de escuchar.
Dime que tú lo escribiste. No, mejor dime que tú lo leiste.
ResponderEliminarES de lo mejor que te he leido
Vientoxxxxx!!!!!